El acoso sexual es un problema significativo que afecta a diversos ámbitos de nuestras vidas. Algunos expertos en el tema consideran que elaborar una definición funcional y coherente del acoso sexual es problemático porque el término se refiere a un grupo muy variado de comportamientos.

Sin embargo, muchas organizaciones lo definen como cualquier comportamiento sexual no deseado, ya sea verbal, no verbal o físico, que atenta contra la dignidad de una persona y crea un entorno intimidatorio, humillante u ofensivo. Este fenómeno tiene consecuencias graves para las víctimas, tanto a nivel psicológico como social.

Por ejemplo, el 26.6% de las mujeres trabajadoras ha experimentado algún acto violento, principalmente de tipo sexual y de discriminación por razones de género o por embarazo, poniéndolas en situaciones de extrema vulnerabilidad. en estos casos, los principales agresores son compañeros de trabajo, seguidos del jefe o jefa. También pueden afectar negativamente el rendimiento académico, la asistencia a clases y las relaciones personales.

Cómo identificar el acoso sexual

En cualquier contexto o situación, todos sabemos cuándo algo nos incomoda, disgusta o afecta; por eso es crucial expresarlo y no permitirlo.

Es importante que aprendamos a identificar conductas de acoso sexual, como comentarios de carácter sexual, peticiones repetidas de citas, silbidos, miradas fijas y proposiciones sexuales no deseadas.

Cuando una persona ha sufrido acoso sexual puede experimentar aislamiento social, distanciamiento emocional, problemas de concentración y dificultades para mantener una vida equilibrada.

¿Qué puedo hacer si sufrí acoso sexual?

Recuerda que lo más importante es recordar que no estás sola o solo, las redes de apoyo emocional y personal (como nuestros amigos, familia o parejas sentimentales) pueden darnos recursos para afrontar y superar estas situaciones. Además, existen organizaciones, líneas de ayuda y servicios de apoyo que pueden darte asesoramiento, además de orientación legal y emocional, recuerda, estas instituciones siempre te brindarán apoyo de forma anónima y confidencial.  

Cuando te sientas lista o listo, presenta tu denuncia (en México) ante el Ministerio Público o la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres (FEVIMTRA). Si la agresión ocurrió en un ambiente laboral puedes asesorarte en la Procuraduría Federal de Defensa del Trabajo (PROFEDET) llamando al 51-34-98-00 o a la línea telefónica del INMUJERES “Vida sin violencia” 56-58-11-11.